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Bajo la lluvia de este miércoles, Boca cayó 3-4 ante Vélez en la semifinal de la Copa Argentina en el Estadio Mario Alberto Kempes. El equipo de Fernando Gago tuvo un primer tiempo para el olvido, Advíncula vio la roja a los 10 segundos del complemento, aún así el Xeneize logró ponerse 3 a 2 en ventaja a puro empuje, pero sobre el final el Fortín lo dió vuelta y obtuvo su pase a la final.
Durante los primeros cinco minutos Boca era muy superior a Vélez, incluso pudo ponerse en ventaja con jugada clarísima que el Changuito Zeballos terminó mal. Un minuto después de esa jugada, Claudio Aquino se fue solo contra Leandro Brey, el arquero contuvo el remate pero tras el rebote la pelota cayó en los pies de Elías Gomez que, con mucha paciencia, habilitó a Francisco Pizzini que con el arco vacío puso el 1 a 0 parcial. Como dicen los libros: “los goles que no hacen en un arco, se hacen en el otro”.
A partir de ahí Boca perdió el rumbo, cómo durante todo el año, y comenzaron a verse jugadores nerviosos, apurados y asustados. Los de Liniers aprovecharon el momento para estirar la ventaja, en el minuto 20 Matías Pellegrino partió habilitado por Nicolás Figal y llegó hasta el fondo, metió un centro raso y fue el propio Figal que intentó rechazar con una limitación técnica tan grande que le salió para su propio arco y se la mandó a guardar a Brey. Gol en contra y 2 a 0 para Vélez.
Después del segundo del Fortín, Fernando Gago movió el banco y mandó a la cancha a Milton Giménez en lugar de Ignacio Miramon a los 31 minutos. El partido cayó en una meseta, ninguno de los dos equipos lograba imponerse. Pero en el minuto 44, Marcelo Saracchi lanzó un centro potente que interceptó Edinson Cavani y con un increíble cabezazo colocó la pelota en el segundo palo para lograr el descuento de Boca antes de que finalice la primera parte.
Ya en el complemento, otra vez Luis Advincula perdió la cabeza y fue el protagonista de una insólita expulsión. En apenas ¡10 SEGUNDOS! de juego peruano -que había zafado de la roja en la primera parte- pegó una durísima patada que lo hizo ver la doble amarilla condicionando al Xeneize cuando aún faltaban 45 minutos. El lateral se fue de la cancha silbado por los hinchas de Boca que rápidamente recordaron la expulsión a los 30 segundos ante Cruzeiro en la Copa Sudamericana.
Contra todo pronóstico, a partir de la expulsión Boca empezó a crecer. De tanto insistir, la pelota le cayó a Cavani que habilitó a Zeballos. El Changuito recibió al borde del área, con un taco magistral enganchó hacía el medio y sacó un remate por el suelo para empatar el partido con uno menos.
Como en el fútbol la cabeza lo es todo, Boca comenzó a llevarse puesto a los de Liniers. Cuando el reloj marcaba 80 minutos, tras un córner Zeballos habilitó a Juan Barinaga, el lateral tiró un centro bajo y apareció Toto Belmonte para empujarla y poner el 3 a 2 para el Xeneize.
Tras el gol, Gago mandó a la cancha a Lautaro Di Lollo y Milton Delgado en lugar de Cavani y el Changuito para aguantar el resultado. Pero no le sirvió para nada, porque a los 85’ Agustín Bouzat se escabulló entre Figal y Di Lollo y puso el 3 a 3 para empatar el partido. Tras eso el que sentía que estaba para ganarlo era Vélez, y así fue. Sobre el final el Fortín lanzó un centro al área, Di Lollo y Figal volvieron a fallar y, otra vez, apareció Bouzat para sentenciar el 4 a 3 definitivo. Vélez a la final.
Con este resultado Boca pasará su segundo año consecutivo sin títulos y dependerá de la tabla anual para clasificar a la próxima Copa Libertadores. Sin dudas uno de los peores de los últimos diez años del Xeneize, aunque de más está decir que con un plantel amateur y jugadores mediocres es muy difícil pelear por algo en serio. Esta vez, la suerte no acompañó y la inteligencia en el plantel nunca existió.
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