En vísperas de la sesión extraordinaria en la Legislatura bonaerense que dará tratamiento al proyecto de Ley Impositiva, La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), mostró preocupación y denunció una “presión adicional al sector”.
Se trata de una iniciativa del gobernador Axel Kicillof, que busca aumentar entre 140 y 300% el impuesto inmobiliario a los contribuyentes, con el objetivo de compensar el ajuste del Gobierno nacional a través de la recaudación.
En ese marco, el titular de la entidad rural, Horacio Salaverri, expresó: “Entendemos que el aumento del 300% no tiene nada que ver con la inflación ni con el incremento de muchos de los productos agropecuarios, hay una presión adicional al sector”.
Según detalló, la base imponible, que es aquella de donde se aplica la alícuota y surge el impuesto inmobiliario, “se multiplicaba por tres, mientras que la nueva Ley Impositiva Fiscal de Kicillof quiere multiplicarla por doce e incluso por quince”.
La reforma genera preocupación dentro de la Carbap, “porque si se siguen los lineamientos del proceso inflacionario, que la Confederación no desconoce, el sector rural estaría dentro de la posibilidad de pago. Ahora, cuando excede la inflación y el producto y se incrementa con una cuota más, se genera una situación imposible de sobrellevar”, afirmó.
Cabe destacar que el ministro de Hacienda y Finanzas bonaerense, Pablo López, sostuvo que la presión fiscal que expresa la ley no representa un aumento del 300%, ya que durante los últimos años los incrementos fueron progresivos y, por lo tanto, todos los productores pagarían, en representación, menos que en 2019.
En efecto, el proyecto de Kicillof establece topes progresivos de crecimiento del gravamen respecto al año anterior, los cuales son ascendentes a mayor patrimonio, es decir que el 90% de los contribuyentes tendrá aumentos iguales o menores al 200% y el 10% restante tendrá subas del orden del 300%.