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Sin milagro argentino. Así terminó el viernes francés en el Stade de France, donde Los Pumas perdieron sin discusión frente a unos All Blacks insaciables y voraces, que jugarán una nueva final mundialista. El resultado final fue 44 a 6.
Argentina, que debía jugar un partido perfecto, estuvo lejos de hacerlo y solo en algunos momentos fue rival para Nueva Zelanda, que irá por su cuarta copa del mundo.
El 28, en el mismo escenario, enfrentará a Sudáfrica o Inglaterra, que juegan la semifinal 2 este sábado. Por su parte, Los Pumas jugarán el viernes 27 a las 4 de la tarde para finalizar terceros en el certamen, ante el perdedor de la otra semifinal.
Los Pumas empezaron con todo, determinados a demostrar que nada sería un trámite para Nueva Zelanda. Y en el primer ataque a fondo, Los Pumas marcaron luego de un penal que llegó tras 14 fases y que Boffelli transformó sin dificultad.
Si bien Argentina siguió en la misma tónica, pero los All Blacks se metieron rápido en partido y ayudados por una sucesión de penales albicelestes dieron vuelta el marcador con dos buenos tries a la bandera, primero de Jordan y luego de Jordie Barrett, para ponerse 12-3 a los 16m de la etapa inicial.
Tantos penales fueron un suplicio para Argentina en ese tramo del partido, porque sus jugadores veían cómo sus buenas intenciones terminaban en pelota para los de negro.
El juego, sin respiro, se presentó como una verdadera batalla y cada contacto parecía retumbar en más tribunas, porque ambos equipos se desafiaron sin renunciamientos, con una entrega total.
Los mauls y los rucks fueron dominados por Nueva Zelanda y Argentina intentó contraatacar con Mateo Carreras como una de sus armas más incisivas.
A los 33 minutos, Los Pumas, ya metidos en campo rival desde hacía varios minutos, gritaron acá estamos y casi llegan el try con su empuje y el de su gente, que festejó el penal de Boffelli, quien a los 34 descontó para el 12-6 parcial favorable a los oceánicos.
Pero de la salida, González le hizo penal en el aire a Jordan y la pelota volvió rápido a estar en poder de los All Blacks. Instantes después, de penal, Mo’unga puso el 15-6 desde una posición factible.
En un concierto de errores propios y casi ni forzados, todavía quedaba tiempo para otra joyita neozelandesa, Frizell apoyó en la bandera y Argentina se fue al descanso 20-6 abajo.
El complemento empezó con otro error evitable de Argentina en la recepción de la salida y de ese scrum, apabullante de los All Blacks, llegó un gran try de Aaron Smith.
El 27-6 asomó como lapidario para Los Pumas, por la diferencia y también por lo que cada equipo demostraba en ese pasaje inicial del período. Por eso el try de Frizell, a los 8m, nada extrañó y preocupó mucho porque la noche se venía larga para Argentina con un 34-6 que expresaba la falta de equivalencia entre ambos.
Nueva Zelanda cuidó cada pelota como la última de su vida y atacó sin pausa en busca de quebrar a unos Pumas que pese al esfuerzo poco pudieron hacer para neutralizar esa marea negra.
A los 16m, luego de varios cambios por ambos bandos (entre ellos ingresaron los cordobeses Eduardo Bello, Matías Alemanno y Lautaro Bazán Vélez), Argentina pudo llegar a estar cerca del ingoal rival, pero los neozelandeses defendieron bien y abortaron el intento de try albiceleste.
Y en el pasaje que siguió, llegó el sexto try negro, con otra cómoda definición de Jordan a la bandera para el 39-6.
Hubo una mínima reacción de Argentina, pero a la salida de un line, Jordan volvió a ser letal y con una larga corrida, kick incluido, apoyó de nuevo.
Sólo quedó tiempo para que la hinchada argentina reconociera y aplaudiera a sus jugadores (el ole, olé, olé, emocionó), quienes ya tendrán que ponerse a pensar en la final por el tercer puesto, para intentar volver a ser bronce, como en 2007.
Argentina: Thomas Gallo, Julián Montoya (c) y Francisco Gómez Kodela; Guido Petti y Tomás Lavanini; Juan Martín González, Marcos Kremer y Facundo Isa; Gonzalo Bertranou y Santiago Carreras; Mateo Carreras, Santiago Chocobares, Lucio Cinti y Emiliano Boffelli; Juan Cruz Mallía. E: Michael Cheika.
Suplentes: Agustín Creevy, Joel Sclavi, Eduardo Bello, Matías Alemanno, Rodrigo Bruni, Lautaro Bazán Vélez, Nicolás Sánchez y Matías Moroni.
Nueva Zelanda: Ethan De Groot, Codie Taylor y Tyrel Lomax; Samuel Whitelock y Scott Barrett; Shannon Frizell, Sam Cane (capitán) y Ardie Savea; Aaron Smith y Richie Mo’unga; Mark Tele’a, Jordie Barrett, Rieko Ioane y Will Jordan; Beauden Barrett. E: Ian Foster.
Suplentes: Samisoni Taukei’aho, Tamaiti Williams, Fletcher Newell, Brodie Retallick, Dalton Papali’i, Finlay Christie, Damian McKenzie y Anton Lienert-Brown.
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