El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) publicó el Índice del Precio al Consumidor (IPC) de noviembre, el cual dio una variación mensual del 2,4%, acumula 112% en el año y 166% respecto a noviembre del año pasado.
De esta manera, se acentúa la desaceleración de este fenómeno económico. Ya el mes pasado había perforado el piso del 3% al marcar 2,7%, lo que fue la cifra desde noviembre del 2021. Sin embargo, como bien publicó diario Hoy en ediciones anteriores, desde la asunción de Milei los servicios públicos (energía eléctrica, gas natural, agua corriente y transporte) triplicaron a la inflación.
En este sentido, en el análisis más fino, la inflación de los servicios en noviembre fue del 4,4% según el Indec, mientras que los bienes registraron un alza del 1,6%. En cuanto a las categorías, el precio de los productos regulados (servicios públicos, salud, educación, etc.) aumentó 3,5%, el de los estacionales decreció 1,2%, y la inflación núcleo (compuesta por el resto de los productos) fue del 2,7%.
La actual metodología para medir la inflación data de 2004, por lo que no refleja con precisión los patrones de consumo de los hogares argentinos. Por ejemplo, el consumo de carne cayó en valores históricos este año. En tanto, las familias consumen más electricidad que hace 20 años por la utilización de nuevos aparatos electrónicos.
Por tal motivo, en marzo se anunció una actualización de la canasta de bienes y servicios del IPC. La elaboración de la nueva forma de medición terminó en octubre e iba a hacer presentada en noviembre, pero desde el Gobierno nacional retrasaron el anuncio. Esta modificación podría significar un aumento de la inflación medida, lo que podría tener consecuencias políticas para el Gobierno de Milei, cuya principal bandera es la baja de este factor económico.
A pesar de los rumores de presiones por parte del Ejecutivo nacional, desde el Indec aseguran que no hay intenciones de “cajonear” la nueva medición.