Comprar departamentos en pozo requiere de la garantía de empresas líderes que cuenten con los avales y la experiencia, varios edificios entregados, y profesionalismo en la gestión.
Todo lo que no tienen los constructores que comenzaron un edificio en calle 6 entre 41 y 42 de La Plata.
Vecinos que compraron departamentos en 2013, denunciaron ante la Justicia haber sido víctimas de una estafa, ya que los mismos nunca se terminaron de construir y fueron transferidos a un comprador que les ofrece como compensación una cifra muy inferior a la invertida.
Los denunciantes sostienen que compraron departamentos en pozo, en calle 6 entre 41 y 42 N° 475, al constructor Claudio Mayer y su entonces esposa, la arquitecta Flavia Diez. Tras hacer la entrega inicial requerida y abonar las cuotas, comenzaron a notar que la obra no avanzaba y, vencido el plazo de 18 meses que los constructores habían estipulado, no había edificio: "Solo estaba el esqueleto", informó Jimena Calle, una de las damnificadas.
En diálogo con los medios Calle contó que entregó un auto cero kilómetro y abonó la totalidad de las cuotas de su departamento. Otra de las denunciantes pagó 30 mil dólares por el local de la planta baja y otro comprador abonó 80 mil dólares por un departamento en el noveno piso, con dos dormitorios, cochera y acceso a la terraza con parrilla.
A medida que se posponían los plazos de entrega, crecía la preocupación de los compradores, que en ese entonces eran entre 20 y 30. Según informa la denunciante, el constructor dejó de responder a sus llamados.
El conflicto se extendió hasta 2021, cuando "Mayer transfirió el dominio fiduciario a Antonio Mario Bertoncelli y, menos de un año después, en agosto de 2022, Bertoncelli se lo transfirió a Gastón Seoane, uno de los supuestos damnificados", sostiene un comunicado difundido por los demandantes.
"Vale aclarar que todas estas transferencias de dominio se realizaron a sabiendas de que el edificio llevaba más de 8 años con la obra suspendida y tampoco se realizó la debida notificación de cada transferencia a los fiduciarios, quienes se enteran luego de pedir un informe, dejando en evidencia el mal manejo de la situación", agregaron en el comunicado.
Los damnificados informaron que, luego de tomar posesión de la propiedad, Seoane "comenzó a ofrecer a las víctimas una mísera compensación de U$S 1500 a cambio de renunciar a sus derechos. Algunos, desesperados, aceptaron".
Del total de compradores iniciales, once rechazaron la propuesta y decidieron denunciar el caso ante la Justicia. "Compré ese departamento con mi mamá con todos nuestros ahorros", relató Calle y agregó: "Es muy injusto que se salgan con la suya".
En ese marco, reclaman a Seoane -con quien mantendrán una mediación judicial en noviembre- que asuma la responsabilidad de responder a los compradores, ya que es quien "compró el fideicomiso y por lo tanto adquirió derechos y obligaciones: su obligación es responderle a los clientes que Mayer estafó", explica la denunciante.
"Nosotros pagamos el departamento completo y queremos recuperar lo más que se pueda", explica Calle y agrega: "No sabemos con qué va a salir pero no vamos a conformarnos con 1.500 dólares porque es una tomada de pelo".
Además de recuperar lo invertido, las víctimas expresaron que buscan evitar futuras estafas: "No queremos que estafen a más nadie, por eso queremos que se haga visible", concluyó la denunciante.