El juicio oral por la muerte de Lucas Lin, el nene que falleció ahogado en la pileta del Colegio Lincoln en La Plata, continúa este lunes con las declaraciones de peritos y testigos. Este proceso, que busca esclarecer la tragedia ocurrida hace casi seis años, promete aportar nuevos elementos al caso.
Luego del desgarrador relato de Min Lin y su esposa, quienes compartieron su dolor y la búsqueda de justicia el pasado miércoles en la sala SUM del edificio de tribunales de calle 8 entre 56 y 57, ahora es el turno de los profesionales que trabajaron en la investigación del caso.
El Tribunal Oral Criminal (TOC) III de La Plata, presidido por los jueces Ernesto Domenech, Andrés Vitali y Santiago Paolini, se prepara para recibir a peritos de la Policía Científica y otros expertos que aportarán su visión sobre los hechos.
En la primera jornada del juicio, varios testigos señalaron que las medidas de seguridad no estaban presentes el día de la tragedia. Las declaraciones de los peritos se centrarán en las condiciones de la pileta y en la falta de supervisión que pudo haber contribuido al fatal desenlace. En este contexto, la fiscal Helena de la Cruz se prepara para contrarrestar la versión de los acusados con pruebas contundentes.
La comunidad china en La Plata, profundamente afectada por la tragedia, sigue con atención el desarrollo del juicio. Con el juicio en curso, la familia Lin se aferra a la esperanza de que este proceso judicial pueda brindarles respuestas y, finalmente, un fallo justo para rendir homenaje a la memoria de su hijo.
El proceso judicial se prolongará durante varias jornadas, con la inclusión de múltiples testimonios que aportarán diversas perspectivas sobre el suceso. Entre los llamados a declarar se encuentran testigos que estaban presentes en el momento de la tragedia, así como otros que han tenido un papel relevante en la investigación.
Uno de los puntos críticos en la primera audiencia fue el testimonio que recordó las deficiencias de seguridad en la pileta del Colegio Lincoln. Un amigo cercano de la familia, Gastón Pombo, recordó que Min Lin, al inscribir a su hijo en la colonia de vacaciones, advirtió que Lucas no sabía nadar, un detalle que debería haber alertado al personal del establecimiento.
Sin embargo, según las pruebas recolectadas durante la investigación a cargo de la fiscal Cecilia Corfield, de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio (UFIJ) N° 15, el día del incidente la pileta no contaba con cámaras de seguridad, ni había una supervisión adecuada que pudiera haber evitado el fatal desenlace.
Pombo también relató que desde la institución educativa le ofrecieron a la familia Lin plantar un árbol en memoria de Lucas y una bonificación en la cuota mensual de su hermano mayor, que asistía al colegio. El testigo describió esta actitud como "fría y carente de empatía", una muestra de la indiferencia que, según la familia, el colegio mantuvo respecto a la tragedia.