En la búsqueda de "enderezar y ordenar" el peronismo, la ex vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, confirmó su postulación para la presidencia del Partido Justicialista (PJ) Nacional, de tal modo de poder revertir la "pérdida de representación institucional" que sufre el espacio.
Kirchner reconoció que el último gobierno a cargo de Alberto Fernández fue un "fracaso", al igual que la gestión de 2015-2019 a cargo de Mauricio Macri y se preguntó: "¿Una parte de nuestra sociedad está dispuesta a soportar cualquier cosa antes de que gobierne un peronista?".
En ese sentido, realizó un repaso cronológico por el liderazgo político y social del peronismo, desde la vuelta a la democracia en 1983 hasta 2023. Sobre los últimos cuatro años, aseguró que el peronismo "se torció" y "desordenó", lo cual dejó como resultado el ascenso de Javier Milei, ahora catalogado como un "espectáculo de mala calidad".
Sobre la actualidad, CFK lamentó: "El peronismo sólo gobierna 5 de las 23 provincias argentinas y perdió la mayoría en la Cámara de Senadores", pero reivindicó: "Sigue siendo la fuerza con mayor cantidad de diputados y senadores nacionales y ello exige, por comprensión histórica y responsabilidad política, su propia reconstrucción abordando todos y cada una de las nuevas demandas sociales".
Con ese panorama, Cristina afirmó que hay que apostar por un ámbito de discusión y participación que hoy "no existe"; depositó su confianza en las victorias electorales en cuatro facultades de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y adelantó que hay que "reagrupar a todas las fuerzas políticas y sociales detrás de un programa de gobierno que devuelva a esta Argentina sumida en la crueldad y el odio de los necios, la esperanza y el orgullo de ser argentinos".