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Aunque las pintoresacas imágenes de sus vacaciones hagan suponer lo contrario, Miguel Ángel Borja sabe que la vuelta de su descanso no va a ser tan placentera como sus días en Tierralta. Y es que ahora que su mayor competidor en el puesto ya no está, a Martín Demichelis lo tienta muchísimo sumar un centrodelantero al plantel de River para reemplazar el vacío que dejó la partida de Salomón Rondón.
Con Facundo Colidio como una alternativa cuando no quiera darles referencia a los centrales rivales y con el juvenil Agustín Ruberto como apuesta a futuro, pensando en el River 2024 Micho volvió a hacer que se muevan fichas -al igual que cuando recién asumió- por su prototipo de centrodelantero ideal: Rafael Santos Borré.
Pero la coyuntura económica hizo que no sea viable el regreso del colombiano de 28 años que es propiedad del Eintracht Franfurt, hoy cedido en el Werder Bremen y que es pretendido también por el Inter de Porto Alegre (aunque, cabe aclararlo, con bajísimas chances de concreción).
Algo similar ocurrió con Mateo Retegui, quien pese a contar con poca actividad en el Genoa no resulta nada fácil de sacar del conjunto italiano. Y si bien el nombre de Lucas Alario fue otro de los que manejó el entrenador, su larga inactividad lo sacó de la agenda del cuerpo técnico, al menos como prioridad. Es, en ese contexto, que volvió a aparecer en escena la opción del uruguayo Matías Arezo, quien ya había estado en el radar en la última etapa de Marcelo Gallardo.
De excelente temporada en su cesión a Peñarol (21 goles en 40 partidos), pero hoy ya de vuelta en el Granada español para afrontar una mini-pretemporada en la que el Cacique Medina definirá si lo mantiene en el plantel, habrá que ver si el club que pelea por la permanencia en LaLiga acepta ceder al charrúa de 21 años o al menos vender un porcentaje luego de haber pagado u$s 6 millones a River de Montevideo. Acaso la cesión de Augusto Batalla al club granadino pueda actuar como un elemento de seducción.
El cuerpo técnico, en tanto, también tiene entre sus objetivos reforzar el lateral derecho por más que Leonardo Godoy ya no sea la prioridad (jugará en Athletico Paranaense) y que el uruguayo Sebastián Boselli les haya dado una alternativa superadora a las que tenían con Santiago Simón, Milton Casco o Marcelo Herrera, este último una salida muy posible si aparece un interesado que convenza a las partes.
A Demichelis también lo seduce Federico Redondo para complementar a Matías Kranevitter y Nicolás Fonseca en el eje de la cancha, luego del adiós de Enzo Pérez, aunque en River ya asumieron las dificultades de lograr una incorporación tan rutilante, por costo y por capacidad de reventa. Acaso la solución sea ir en otra dirección.
Al menos, con la recuperación que vislumbró en el rendimiento de Ramiro Funes Mori y las fichas que le pone a la recuperación física y futbolística de David Martínez al menos no se vea en la obligación de contratar a otro central zurdo.
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