Este domingo Julio Garro firmará el acta de traspaso de mando con Julio Alak, quien lo sucederá al frente de la Municipalidad de La Plata y volverá al llano, con la posibilidad de explorar los caminos posibles de cara una continuidad de su carrera política. En una entrevista con 0221.com.ar realizada durante el último día hábil de gestión habló de ese futuro, reconoció que tuvo ofrecimientos ligados con su espacio político, Juntos por el Cambio, pero sorprendió al no descartar sumarse al gobierno de La Libertad Avanza en caso de recibir un llamado del nuevo presidente Javier Milei.
"La verdad es que no ha sucedido, no han habido ofertas", dijo Garro, pero ante la repregunta sobre si aceptaría o no, dijo que podría hacerlo: "Sí, pero quiero ser claro en esto: no lo haría por mí, lo haría si desde ese lugar puedo mejorarle algo a la gente".
La pregunta a Garro sobre si ocuparía un lugar en el gobierno de Milei está relacionada con la presencia ya confirmada de otros referentes de su espacio político con Patricia Bullrich, la designada ministra de Seguridad, a la cabeza.
En ese marco, Garro remarcó que "los momentos en que está la Argentina son momentos en que también hay que involucrarse. No importa el color de la política". Y agregó: "Yo siempre digo que hay momentos donde hay que involucrarse y creo que uno de los momentos en que hay que involucrarse más, es ahora".
—Hay varios referentes de Juntos por el Cambio que se sumaron al gobierno de Milei, ¿vos te sumarías si te lo proponen?
—Yo te lo digo en confianza, aunque nos vean todos los platenses. Yo no busco laburo, no voy detrás de un cargo. Sí es cierto que me gusta involucrarme en cosas o en lugares desde donde le pueda mejorar la vida a la gente. Yo estoy para colaborar, sinceramente. Y me parece que los momentos en que está la Argentina son momentos donde también hay que involucrarse. No importa el color de la política, yo siempre digo que hay momentos donde hay que involucrarse, y creo que uno de los momentos donde hay que involucrarse más, es ahora. No digo con este gobierno. Es el momento de Argentina para que todos los argentinos nos involucremos, porque al final del día, tanto el peronismo, el radicalismo, el PRO, la coalición cívica, todos queremos que los chicos tengan educación, todos queremos que los alimentos no nos aumenten, todos queremos que haya más seguridad, todos queremos que haya más salud. Coincidimos en todo, pero cuando salimos y agarramos un micrófono decimos una barbaridad. Algún punto de coincidencia tenés que encontrar con el otro. Por ahí la pregunta es, ¿vos tenés hijos? Sí, yo también. ¿Vos querés que tus hijos tengan una buena educación? Sí, yo coincido. ¿Vos querés que tus hijos el día de mañana no se vayan de este país? Sí, me pasa exactamente igual. Bueno, coincidimos en algo, ¿qué hacemos?
—La pregunta era si aceptarías o no un ofrecimiento.
—Sí, pero quiero ser claro en esto. No lo haría por mí, lo haría si desde ese lugar de mejorarle algo a la gente. Pero la verdad es que no ha sucedido, no ha habido ofertas. Pero repito: si es en un lugar donde solo voy a mejorar yo, no me interesa.
—¿Has tenido otro llamado para sumarte a colaborar a partir de diciembre?
—Sí, hubo llamados de varios lugares y les contesté esto que te estoy contestando a vos. Yo no busco trabajo para mí. Busco estar en un lugar desde donde yo pueda ayudar a mejorar algo. Si no, me quedo donde estoy. Tengo mi profesión, tengo mi estudio jurídico. Bueno, qué sé yo, no se trata de ir atrás de... Me ofrecieron la dirección en tal lado, o ser subsecretario acá, o lo que sea. No, prefiero quedarme donde estoy, ser coherente con la gente, que es la que te mira, la que te vota. Yo traté en toda mi carrera política de ser coherente, de estar en el mismo lugar, de plantear las cosas cuando no las compartía, pero traté de mantener esa coherencia. Nunca me han visto a mí saltar de un lado al otro, ni yéndome de partido en partido.
—¿Cómo te imaginás tu lunes 11 de diciembre de 2023?
—Me voy a levantar como lo hago siempre en las mañanas para llevar a mis hijas al colegio. Voy a volver a mi casa, cosa que no hago siempre. Y quiero sacarme la costumbre esta de, cuando voy por la calle, mirar los cordones, las luces, el pasto. Quiero ver si se me puede ir, pero sé que me va a costar muchísimo, porque es algo que todos los intendentes tienen, cuando son y cuando dejan de serlo, es que vas mirando eso. Pero me imagino retomar la vida que, de alguna manera, dejé allá en el 2015. Obviamente estoy súper orgulloso, me siento muy agradecido a los platenses que me han acompañado, me han dado estas oportunidades en mi vida, es un sueño que lo cumplí, y lo puedo gritar, y lo puedo cantar a los cuatro vientos. Y bueno, nunca es una despedida, siempre en política, a los que nos apasiona esto que vamos haciendo en el día a día, vamos a seguir trabajando por nuestra ciudad, por todo lo que falta, desde lo constructivo, nunca desde lo destructivo. Y voy a empezar a vivir un poquito más. Cada vez que llueve me voy a seguir recontra preocupando. Pero bueno, voy a tomar este tiempo para estar un rato más con la familia, para compartir estos momentos que me perdí, de los cuales no me arrepiento, pero que me perdí en estos ocho años. Sin ir más lejos la más chiquita mía, Isabel, tiene 9 años y creció en la Intendencia. Cuando perdimos la elección, agarra y me dice, ¿y ahora de qué vas a trabajar, papi? Me conoció Intendente. Pero bueno, creo que hay que aferrarse a lo que también uno tanto lo sostuvo que es mi familia. Me bancó fuerte. Ocho años de mañanas, tardes, noches, fríos, calor y lluvia. Hay que bancarse a un tipo obsesionado como soy yo, inquieto. No cualquiera me hubiese bancado esta aventura. Hace un rato hice un videíto, se los mandé al grupo de la familia y le dije que las amaba mucho, que las quería mucho y que les agradecía por haberme bancado esta locura en la que me había metido hace ocho años. Pero me voy orgulloso de poder caminar por la calle, de poder caminar solo con mi familia, con mis hijas, de ir al club, juntarnos a comer algún asado. Eso no tiene precio. Eso es lo que hay que hacer. Eso es lo que hay que cuidar, que en estos lugares vos tenés que saber, o al menos pensar o creer, cómo entras y cómo querés salir. Si te contestaste esa pregunta, entendiste todo, y si no, no entendiste nada.