Desde Washington.- El 7 de octubre pasado los terroristas de Hamas irrumpieron en el sur de Israel, violaron, torturaron y masacraron a 1.200 civiles y se llevaron a más de 200 rehenes. Entre ellos a cientos de extranjeros y una veintena de argentinos, según confirmó la Cancillería argentina y el gobierno israelí.
Uno de los casos se transformó en símbolo de la barbarie terrorista: el secuestro de la familia argentino-israelí Bibas, compuesta por los padres, Shiri Silberman y Yarden; un niño de 4 años, Ariel; y un bebé, Kfir, de 9 meses. Las imágenes de cómo se los llevaban conmocionó al mundo.
Kfir Bibas cumplió los 10 meses en cautiverio, lleva 50 días secuestrado y es el rehén más pequeño de la brutal embestida.
Desde entonces, y más desde la firma del acuerdo para liberar rehenes, el mundo espera el regreso a casa de Kfir y su familia.
El pacto alcanzado con mediación de Qatar, EEUU y Egipto, estableció que el grupo terrorista liberaría a 50 niños y mujeres retenidos a cambio de cientos de prisioneros palestinos y la entrada de más ayuda humanitaria. Kfir, su hermano y su mamá cumplen ampliamente esos requisitos, pero no aparecieron entre los dos primeros grupos de liberados, el viernes y sábado pasado.
Lamentablemente, tampoco se espera que el secuestrado más jóven de Hamas recupere su libertad hoy… Es que según revelaron a Infobae fuentes familiarizadas con los detalles del acuerdo, hay rehenes que cumplen los criterios establecidos por Hamas para ser liberados, pero que no están en manos de Hamas sino que se encuentran retenidos en la Franja de Gaza por otras organizaciones terroristas, como el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), la Yihad Islámica Palestina.
Entre estos rehenes se encuentran Kfir, Ariel y Shiri Bibas.
De hecho, también según confió una fuente interna a Infobae, Hamas no dispone de información sobre Shiri y sus hijos. No sabe quién los tiene.
La implicación de otras organización terroristas en el ataque coordinado contra Israel el 7 de octubre pasado ya se conocía pero es una revelación que Hamas no controla la suerte de todos los secuestrados. La novedad amplía -si se puede- aún más la incertidumbre sobre su estado y la posibilidad de recuperarlos sanos y salvos, pero también habilita al gobierno argentino a iniciar gestiones para negociar su liberación al margen de Hamas.