En su primer comunicado oficial por redes sociales desde la recién creada “Oficina del Presidente Electo”, Javier Milei informó ayer que no adelantaría los nombres de los técnicos y dirigentes políticos que tiene pensado designar como miembros de su Gabinete y de las empresas del Estado hasta el 10 de diciembre. Sin embargo, en la campaña y durante las primeras horas después de alzarse con el triunfo en el balotaje, confirmó, en distintas entrevistas, a varias de las figuras que lo acompañarán en el gobierno nacional.
El futuro primer mandatario intenta hacer equilibrio entre la cautela y las revelaciones de detalles sobre su equipo. Por un lado, procura evitar eventuales sismos políticos y económicos antes de asumir. Pero al mismo tiempo, intenta mostrar que está preparado para la odisea de administrar la Nación en plena crisis. Mientras empieza a aceitarse, lenta, la transición con el gobierno de Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa, empezaron a quedar firmes, en boca del propio futuro jefe de Estado, los nombres de varios de los técnicos que liderarán los principales ministerios y secretarías.
Dos de los despachos con sede en la Casa Rosada ya tienen tienen dueño -en principio- para los próximos cuatro años. La crucial Jefatura de Gabinete, que funciona en el primer piso del palacio gubernamental pegada al despacho presidencial, estará en manos de Nicolás Posse. Ex miembro de Corporación América, Milei lo conoció cuando trabajaba en una de las principales unidades del grupo, Aeropuertos Argentina 2000, donde se hicieron amigos. Desde las elecciones de agosto, el ex empresario se transformó en uno de sus principales asesores, con quien habla a diario, y quien se ocupó, durante los dos meses que transcurrieron desde la victoria en la PASO, de coordinar a los equipos técnicos que conformaron los libertarios preventivamente, por si ganaban los comicios generales o el balotaje. Hoy se encarga de la relación entre Milei y cada uno de los futuros ministros y secretarios.
El Ministerio del Interior, que funciona en la planta baja de la sede del Gobierno, estará bajo el mando de Guillermo Francos, el otro gran colaborador de Milei, también proveniente de las filas de AA2000, ex diputado nacional del Frente Cívico de Domingo Cavallo, que colaboró con el ex ministro de Economía de Carlos Menem especialmente en el ámbito jurídico durante la segunda mitad de los 90. De 73 años y vasta experiencia en el sector público y el privado, estará encargado del vínculo con el establishment político, y especialmente, con los gobernadores, además de contribuir al proceso de la transición entre administración que se puso en marcha hoy, con Posse como representante de LLA y Juan Manuel Olmos desde el albertismo.
La cabeza de la Secretaría de Legal y Técnica, que también opera en Balcarce 50, aún es misterio, pero se rumorea que Santiago Viola podría ser el encargado de prestar asesoramiento jurídico sobre proyectos de mensaje, ley, decreto y decisión administrativa. Desde la presentación de listas ante la Justicia Electoral, Viola se desempeñó como apoderado del frente libertario, y es muy conocido en el mundillo judicial. Su último hito fue durante la defensa del empresario kirchnerista Lázaro Báez y de su hijo Leandro en la causa por lavado de dinero a cargo del juez Sebastián Casanello, por la que el amigo patagónico de Néstor Kirchner fue condenado a 10 años de cárcel, donde Viola recusó al magistrado por, supuestamente, haberse reunido con la ex presidenta en la quinta de Olivos.
La conducción de la relevante Secretaría de la Presidencia tampoco se confirmó, pero desde hace tiempo que en LLA circula la versión de que podría ser Karina Milei, con quien el presidente electo se encuentra sin falta, a diario, se comunica permanentemente, quien lo aconseja y quien negocia en su nombre. “La jefa“, como la llama el líder, estudió escenografía y Relaciones Públicas, y fue la encargada de diseñar los llamativos actos proselitistas de “El León” y de custodiar los detalles de su imagen. Pero también armó las listas en la provincia de Buenos Aires y en el interior, un proceso con claroscuros, envuelto en una polémica por las acusaciones de venta de candidaturas y al mismo tiempo, elogiado por la estructuración de una nueva fuerza política en tiempo récord.
Milei tampoco definió quién estaría a cargo del área de Medios, que hoy se opera desde la planta baja y donde tiene preponderancia la Oficina del Portavoz. En el entorno del presidente electo deslizaron que Leandro Vila, su vocero durante campaña, no ocuparía ese rol. Y agregaron que hasta ahora se les complicó conseguir a alguien de confianza que quiera liderar el área. “Como no va a haber pauta, nadie quiere agarrar”, confesaron. En las últimas horas empezó a circular el nombre de Hernán Lombardi, ex titular del Sistema de Medios de Mauricio Macri, pero por ahora lo niegan. Quien asuma en ese lugar será el encargado de llevar a cabo la polémica privatización de Télam y la TV Pública que tiene pensado concretar Milei durante el primer año de su mandato, según confirmó ayer, poco después de ganar los comicios.
De todas formas, la dinámica en la Casa Rosada cambiaría significativamente en el gobierno libertario. Milei deslizó, ayer, en radio Rivadavia, que no planea trabajar desde la sede del Gobierno, sino que permanecería constantemente en la residencia de Olivos. Su intención es evitar perder tiempo en viajes, dijo, para dedicarse “24 por 7? a la gestión. Todavía no aclaró si trasladaría también a alguno de los ministerios o secretarías.
Prácticamente no hay dudas de que en el piso más alto del Palacio San Martín actuará la ex empresaria Diana Mondino, una de las figuras más respetadas en el ambiente libertario, ex empresaria y economista de profesión, que tiene decidido, según contaron en su entorno, priorizar los objetivos comerciales en los vínculos con los otros países. Durante el fin de semana y después del triunfo del domingo por la noche se dedicó a gestionar las charlas virtuales que mantuvo el lunes por la mañana Milei con sus futuros pares de las principales potencias. Y será la gestora de los viajes a Estados Unidos y a Israel que quiere hacer el futuro jefe de Estado lo antes posible.
Otro de los espacios que ya tienen titular es el Ministerio de Infraestructura, una de las dos carteras con mayor volumen en el nuevo gobierno. Allí mandará Guillermo Ferraro, quien dio una entrevista esta mañana después de mantener el perfil bajo durante la campaña, y sólo adelantó, en referencia a figuras políticas, que bajo su órbita trabajará Eduardo Rodríguez Chirillo al frente de la secretaría de Energía. Como la mayoría de los futuros ministros, proviene del sector privado, donde conoció a Milei. Especialista en asesoramiento financiero, hasta abril fue director para la Argentina de la firma multinacional KPMG, dedicada a los servicios, crecientemente volcada a los procesos tecnológicos. Durante la carrera hacia la segunda vuelta electoral, se ocupó de liderar el operativo de fiscalización en coordinación con el Cristian Ritondo y Diego Santilli, de Pro, y de reunirse con los representantes de la Dirección Nacional Electoral.
A Justicia irá Mariano Cúneo Libarona, abogado estrella de los 90, a quien Milei también conoció en Corporación América y tiene una relación cercana con Francos. Doctor en derecho, tuvo su pico de fama al defender al ex manager de Diego Maradona, Guillermo Coppola y participó en la causa por el atentado a la AMIA, entre otros casos de alto voltaje. Hoy es decano de la Facultad de Derecho de la Universidad el Museo Social y da clases de Penal. Según avisó Milei, estará secundado por Juan Manuel Berón, analista financiero especializado en temas previsionales, que formó parte de Santander Investment; Máxima AFJP y llegó lideró la rama regional de inversiones para América Latina de HSBC y que trabajó en la reforma iniciada en México hace tres años.
Mientras tanto, Sandra Pettovello, también ex empresaria y amiga muy cercana de Milei, liderará la enorme cartera de Capital Humano, que absorberá, como secretarías, a Educación, Salud, Trabajo y Desarrollo Social. De perfil muy bajo, estuvo muy activa en las sombras durante los últimos meses desde una oficina de cowork en Palermo. Por ahora, sólo trascendió que Martín Krause estaría en la división dedicada a las políticas educativas, pero desde el triunfo en la elección su nombre quedó en duda. Sí está prácticamente confirmado que a la secretaría de Desarrollo Social iría Pablo de la Torre, el hermano del intendente de San Miguel, Joaquín de la Torre, aliado circunstancial de Mauricio Macri y Patricia Bullrich. Pablo ocupaba el cargo de secretario de Infancia y Familia en el municipio, y venía trabajando con Pettovello, que el viernes publicó una foto con él.
Además, el productor teatral y ex jefe de gabinete de Ángel Mahler en el Ministerio de Cultura de Buenos Aires, Leonardo Cifelli, trabaja en la conformación de su equipo para Cultura (aunque aún no se sabe bajo qué órbita funcionará).
Milei mantendrá en secreto hasta el 10 de diciembre a la persona más importante de su potencial administración, el ministro de Economía, donde se apoyan sus principales propuestas de campaña y donde ancla el grueso de sus críticas al Gobierno en plena crisis. Hasta ahora, sólo dijo que considera que debe tener un perfil eminentemente técnico, más que político. Y su círculo de confianza cuentan que ya lo tiene decidido, hace tiempo, aunque sólo unos pocos colaboradores selectos saben quién es.
Mientras Nicolás Posse y Francos llevan a cabo junto al actual vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos, la transición, Milei confirmó varios de los nombres de las carteras descentralizadas, ubicadas en distintos puntos del centro porteño. Algunos ya habían sido mencionados por él mismo durante la campaña; otros fueron revelados ayer.
Está confirmada Carolina Píparo para la importantísima Administración Nacional de Seguridad Social (Anses), que hoy está bajo el control de La Cámpora. La diputada nacional, que pasó por las filas de Cambiemos y e integró el partido Avanza Libertad de José Luis Espert, se pasó a LLA este año, cuando su jefe político acordó con Juntos por el Cambio. Había dado el salto a la política partidaria hace diez años, cuando se transformó en referente de la militancia contra la inseguridad tras sufrir un grave ataque en un cajero automático de La Plata, su ciudad de origen. Este año fue candidata a gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, pero perdió la batalla contra Axel Kicillof, y quedó tercera detrás de los referentes de Pro, Diego Santilli y Néstor Grindetti. Ahora tendrá a su cargo una de las cajas más abultadas y relevantes, con amplia llegada territorial a través de los centros asistenciales para jubilados ubicados a lo largo y ancho del país.
Milei ratificó que su intención es privatizar YPF, pero no lo hará en lo inmediato. Por ahora, nombrará en la presidencia a Horacio Marín, el presidente de Exploración y Producción de la petrolera del grupo Techint, Tecpetrol, ingeniero químico, experto en la industria de la extracción de crudo. Con su designación quedó desplazado el nombre de Javier Iguacel, ex titular de Vialidad, a quien Macri buscaba incluir en el organigrama como parte de pago por la ayuda con la fiscalización y el apoyo prebalotaje.
El resto de los lugares siguen vacantes, aunque hay versiones en marcha, que se irán confirmando o desmintiendo. Victoria Villarruel, la vicepresidenta, aún no decidió a quién nombrará en Defensa, el área que comandará de manera “global” desde la Presidencia del Senado. Mientras que Gustavo Morón podría ir a Trabajo; el director de Bioeconomía de la Facultad de Agronomía de la UBA, Fernando Vilella, a Agricultura. Ayer, en LLA aseguraron que son falsas las versiones de que Ramiro Marra, fundador del frente y ex candidato a jefe de gobierno derrotado frente a Jorge Macri, iría a AFIP -aunque se espera que cumpla un rol en el Gobierno. Y juraron que Miguel Ángel Toma no irá a la Agencia Federal de Inteligencia.